Prepárate, relájate: Adviento
Quirosofía
Calendario Quiropráctico de Adviento
El Adviento es un tiempo especial de preparación con el que se da inicio a un nuevo “Año Litúrgico”, es decir, un nuevo año para la Iglesia Católica.
Con independencia de su origen religioso, específicamente católico, lo que aquí queremos poner en evidencia es su cualidad principal: es un tiempo de preparación, de un mes.
Es un período que nos dispone a recibir bien la Navidad, con plena alegría.
La quiropráctica y el Adviento se parecen. Para estar bien, alegres y sanos, hay que prepararse.
Un mes de ajustes Quiroprácticos, con un mínimo de cuatro sesiones, nos permite alcanzar un estadio de bienestar que se siente, realmente se siente en el cuerpo.
La salud hay que mantenerla, lo sabemos todos. Pero lo que nos cuesta entender es que, para poder estar saludables, hay que estar preparados.
La Quiropráctica es la mejor respuesta, la que mejor nos halla preparados, para tener salud siempre.
Quips
Prepárate para no tener nada
Por nada queremos decir: sin malestares, sin tensión, dolores musculares o fatiga corporal.
Más específicamente, sin lumbalgia, cefalea, migraña, tortícolis o todo padecimiento óseo, del sistema nervioso o muscular.
Y no tener nada significa estar bien, saludable.
Con otras palabras:
El ajuste Quiropráctico periódico prepara tu cuerpo para ser receptor de una salud que se mantiene siempre.
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Equilibrium Vitae
Relájate.
La segunda de las técnicas que nos sugiere María Álava [1], para salir de un episodio de bloqueo emocional es la relajación.
Al principio puede tomarte algo de tiempo llevarla a cabo, pero una vez la incorpores, te saldrá automáticamente.
“Consiste en ir concentrándose en cada uno de los grandes grupos de músculos de las seis partes del cuerpo, tensándolos y relajándolos alternativamente."[2]
Primero, manos y brazos. Cierra los puños todo lo fuerte que puedas durante 5 segundos y siente la tensión que esto produce.
Después, relájalos por completo y nota la diferencia entre la tensión y la relajación. Concéntrate en desplegar los músculos durante aproximadamente un minuto.
Segundo, nuca, hombros y cuello. Encoge los hombros, elevándolos y mantén esa posición durante cinco segundos; luego, deja caer tus hombros, relajándolos. Tensa ahora los músculos de la nuca, echando la cabeza hacia atrás lo más que puedas, por unos segundos. Siente la tensión y después vuelve la cabeza a la posición inicial, relajando la nuca y sintiendo cómo tu cabeza descansa suavemente. Seguidamente, con el cuello, gira la cabeza hacia tu derecha y pon en tensión los músculos del durante 5 segundos. Vuelve la cabeza a la posición inicial y repite el procedimiento, hacia la izquierda.
Tercero, el grupo de músculos que componen el tronco, es decir, pecho y abdomen. Toma aire, sosténlo por unos segundos y exhala. Siente la tensión en el pecho y déjate llevar con la exhalación. Luego, tensa los músculos del estómago y, de inmediato, suelta la tensión.
Finalmente, los músculos de abajo, de los glúteos, piernas y pies. Encoge los glúteos, estira las piernas y lleva hacia adelante las puntas de los pies. Seguidamente, relaja.
Vuelve a repasar, mentalmente y sin tensar los músculos, todo tu cuerpo. Siente cómo está relajado.
Busca con tu imaginación una escena tranquila, de tu gusto.
Verás y sentirás una sensación de bienestar muy parecida a cuando has terminado el ajuste Quiropráctico.
Los problemas, lo más seguro, es que no desaparezcan. Pero, te garantizo que los verás mejor, con más calma. Y sobre todo, sin angustia o ansiedad.