Blancas Navidades.
Quirosofía
No te cargues en Navidad.
"¡La próxima vez que levantes el ánimo de alguien, hazlo con las PIERNAS, no con la ESPALDA!".
Eso es lo que le dice el Quiropráctico a Santa Claus, en el dibujo animado de arriba.
Llevar una bolsa extradimensional de regalos, con malas técnicas de levantamiento, podría causarle una o dos hernias de disco.
Para superar esto, a Santa le convendría un estimulador profundo, la Quiropráctica. No sólo a él, subrayamos:
Entre un 60% y 70% de las personas experimentan dolor de cuello y espalda a lo largo de su vida. La prevalencia aumenta entre la tercera y la séptima décadas de la vida.
Teniendo en cuenta que el legendario Santa tiene más de 170 años, es probable que padezca de fuertes dolores de cuello y espalda. Y cada año engorda más…
Con todo y la ayuda que recibe de los elfos, para su dolor de espalda y posible ciática, tiene una mejor opción de tratamiento: un programa anual de ajustes Quiroprácticos.
Quizás es recomendable que adelgace unos kilos. Pero, damos por descontado que no desee hacer una dieta que le haga cambiar su aspecto tan característico.
¡Qué se cuide, para que nos siga haciendo felices a grandes y pequeños, repartiendo bienestar, 170 años más!
Tal y como desde Equilibrium hacemos y les deseamos siempre a vosotros.
Quips
Prepárate para no tener nada.
"Descubrí qué está causando tus dolores de espalda. ¡Esta es una radiografía de tu columna!", dice esta otra caricatura.
Compras navideñas = llevar bolsas pesadas.
Te ofrecemos algunos tips Quiroprácticos de supervivencia navideña, para proteger tu espalda en estas fiestas:
- Lleva la misma cantidad de peso en ambas manos, distribuyéndolo uniformemente. El desequilibrio ejerce presión sobre la columna.
- Camina a un ritmo normal. Ni lento ni rápido.
- No lleves todas las bolsas de compras, de una vez, al coche. No pongas más tensión sobre tu espalda. Lleva 2 o 3 y vuelve a por las otras.
- Lo más importante, no hagas estas 3 cosas juntas o al mismo tiempo: girar, doblar y levantar. Te harás daño.
La conclusión es que, hagas lo que hagas esta Navidad, ten cuidado con tu espalda.
Y, por supuesto, mantenla siempre alineada: ¡en Equilibrium!
Equilibrium Vitae
Respira aires de Navidad.
"Fue culpa de mi secretaria. Se olvidó de incluir la respiración en mi lista de tareas pendientes", se lee en esta tercera caricatura.
La tercera de las técnicas que recomienda María Álava[1] para enfrentar un bloqueo emocional, es la respiración diafragmática o abdominal.
Nos pasamos toda la vida respirando, pero ¿realmente respiramos bien? Normalmente realizamos una respiración pulmonar, torácica y superficial y, por tanto, deficitaria.
La respiración abdominal es una de las estrategias más sencillas para hacer frente a situaciones de estrés. Consta de tres fases:
- Localización del diafragma. Para ello nos ayudaremos colocando nuestras manos en el abdomen.
- Respiración diafragmática con presión de las manos sobre el abdomen.
- Respiración diafragmática libre.
Una vez que ya hemos conseguido realizar la respiración diafragmática con la ayuda de las manos, procederemos a retirarlas gradualmente para conseguir la respiración automática.
Aquí te proponemos uno de los varios ejercicios de respiración diafragmática que puedes hacer:
● Cierra los ojos e inspira dirigiendo el aire a la zona del abdomen.
● Para ello coloca las dos manos sobre el abdomen, justo donde terminan las costillas. Presiona las manos sobre el abdomen en el momento de espirar, como si contrajeras el vientre. A continuación, dirige el aire que aspiras a esa zona del vientre, donde sientes tu mano; házlo como si quisieras empujar tu mano hacia fuera. Recuerda que al respirar debes sentir cómo se mueve el abdomen, no el pecho
● Continúa respirando de esta forma, lenta y pausadamente.
● A continuación, retira las manos del abdomen y sigue respirando del mismo modo.
● Imagina que los dos tiempos de respiración (inspiración y espiración), son los suaves movimientos de una ola que llega a la playa y que se retira.
Al cabo de unos minutos abre los ojos y vuelve a mover el cuerpo lentamente.
Ahora, levántate y reanuda tus tareas.