Habituarse.
Quirosofía
El hábito hace al maestro.
La frase de la que deriva el título de este capítulo, ya la conoces: la práctica hace al maestro.
Pero, como el hábito es una práctica repetida, constante, pueden asemejarse ambas palabras.
Hay otra palabra más que guarda estrecha relación con esas dos, la palabra norma.
No venimos al mundo con un ‘kit de normas', automática o genéticamente incorporado.
Aprendemos las normas por boca de nuestros padres, del cole, de la sociedad. Y las ponemos en práctica, hasta volverse hábitos.
Por ejemplo, si la norma dicta detenerse ante la luz roja del semáforo, su práctica conlleva al hábito de cumplirla.
Todo lo anterior viene a cuento porque, tenemos por norma cuidar de nuestra salud. Y, generalmente, cuando perdemos la salud es porque rompemos esa norma.
La espalda bien cuidada, es norma de nuestra buena salud y bienestar.
El hábito se llama Quiropráctica.
Quips
Practica la higiene postural.
El hábito postural es la adopción de posiciones y movimientos para mantener el cuerpo de manera correcta.
El beneficio más importante e inmediato del hábito de la higiene postural es una espalda sana, sin daños ni dolores.
Por ejemplo, sentarnos bien. Vale decir, con el cuerpo recto y levantándonos cada hora para, al menos, dar unos pocos pasos.
También, caminar de manera adecuada. Afincando nuestros pasos sobre la punta de los pies, no sobre los talones.
Ajustarse regularmente la espalda. Es el mejor hábito de higiene postural: devuelve a nuestra espalda su condición de eje natural, de apoyo del cuerpo y de nuestro bienestar.
Equilibrium Vitae
Hábitos alternativos.
¿Qué hacer cuando estamos emocionalmente bloqueados?
Una vez identificadas las emociones que se nos presentan en medio de situaciones que consideramos desagradables, toca practicar algunos ejercicios o técnicas que, dependiendo del tipo de bloqueo emocional que hayamos notado, nos servirán para retomar el autocontrol.
María Álava nos ofrece en su libro [1], cuatro tipos de procedimientos: parada de pensamiento; relajación; respiración diafragmática y terapia racional emotiva.
Dedicaremos este y los próximos tres boletines a explicarlos, uno por uno. Empezamos ahora con la parada de pensamiento [2].
Esta técnica consiste básicamente en desenganchar fisiológicamente el Sistema Nervioso Autónomo (SNA) del pensamiento que nos genera ansiedad.
Subrayamos fisiológicamente porque, si bien el objetivo de fondo es cambiar de carril de pensamiento, ello se logra ocupándose en una actividad física alternativa.
Por ejemplo, si en un momento determinado nos sentimos muy nerviosos, al entrelazar los dedos y apretar con fuerza las manos, nuestro SNA desviará su atención hacia el corte de circulación sanguínea que nos produce dicha acción.
Es una manera simple y eficaz de desconectar momentáneamente del pensamiento o emoción negativa.
El punto es impedir al SNA enfocarse en las emociones-pensamientos perturbadores.
Escogeremos, entonces, aquellas actividades que nos resulten más útiles, sean físicas o mentales: salir a caminar; cocinar; hablar con alguien; realizar cálculos o contar; mirar la tele…
La que mejor nos ayude y la convirtamos en un buen hábito, como el de saber relajarnos. Técnica esta que abordaremos en el próximo E-quilibrium.
¡Hasta entonces!