Difícil, muy difícil no tener preocupaciones.
Vale, de acuerdo. Pero, también debemos saber cómo salir de ellas o, al menos, aprender a aliviarlas.
Trabajar de manera integrada, la columna y la mente, es clave para mantener o restablecer el frágil equilibrio de nuestro bienestar. Así lo ofrecemos y hacemos en Equilibrium.
En lo que a la espalda respecta, la Quiropráctica es la mejor respuesta:
Nos devuelve la postura corporal correcta y, con ella, ampliamos nuestra capacidad de movimiento, reducimos la tensión física, mejora el descanso y nos dispensa calma y serenidad.
En lo que al trabajo mental se refiere, explora más adelante la sección de E-quilibrium: el autocontrol para evitar pensamientos “irracionales”, es el primer aspecto a conquistar.
Venir a Equilibrium de forma regular a ajustarte la espalda, ayuda a mantener el equilibrio en el sistema nervioso autónomo (SNA).
Lo primero es que
tu cuerpo se relaja profundamente.
El ajuste Quiropráctico te proporciona: claridad mental y distensión muscular alrededor de la columna.
El resultado que de fondo logras es una armoniosa relación entre el cerebro y el resto del organismo de enorme provecho para tu cuerpo, tu vida y la de los tuyos.
Me deleito con los libros del galo Astérix, desde que tenía cinco años.
Sus aventuras – y la tierna paciencia de mi padre – me enseñaron a leer y a tener pasión por leer.
Jaume Perich, por su parte, escritor y dibujante catalán, no es el creador de las historietas de Astérix. Pero sí su traductor. Y, también, el autor de la frase que encabeza esta sección.
La frase de Perich es absolutamente pertinente para seguir el hilo del boletín anterior: la ansiedad y cómo abordarla.
Como ya fue dicho, sufrir de ansiedad significa estar bajo control del sistema nervioso autónomo (SNA) y, en tal sentido, encontrarse en un estado “irracional”.
Pues bien, el autocontrol es el primer paso que hay que dar, de las Técnicas de Autocontrol Emocional Fisiológicas y Cognitivas, que propone María Álava en su obra, La inutilidad del sufrimiento
[1], para racionalizar un episodio de ansiedad.
Es decir, lo primero que hay que hacer es, tomar identificar las emociones, buenas o malas, que se sienten en determinadas situaciones. Y, la más importante, identificar qué tipo de pensamiento suscitan esas emociones: si son racionales o irracionales.
A continuación, hay que contrastar esos pensamientos con la realidad; reconocer cuánto se ajustan o no a la realidad y, seguidamente, cambiarlos por otros pensamientos o no.
En el próximo Equilibrium te ayudaremos a registrar las creencias irracionales más comunes, para que dejen de ser impedimento para la vida que te mereces: plena y libre de ansiedad.