¡Feliz Navidad Familia!
Quirosofía
“Tú eres mi columna vertebral
Tú eres mi piedra angular”
El eje central de mi vida es, mi familia.
Cualquiera que me conozca un poco lo sabe y puede constatar.
…
Hace casi 10 años escuché una canción de un artista cuya música no había escuchado antes ni he vuelto a escuchar después; tampoco sabía quién era él. La canción se llama,
Gone, Gone, Gone
[3]
y él,
Phillip Phillips.
Me gustaba mucho la canción. Hay un momento de la letra que entonces me decía algo “a mi”; algo que estaba relacionado con mi profesión de Quiropráctico:
-
Tú eres mi columna vertebral, tú eres mi piedra angular…
En estos días de preparación a la Navidad volví a escuchar la canción. Ahora me gusta mucho más. Porque, mira por dónde, me hizo ver con diáfana claridad el paralelismo que hay entre Quiropráctica y familia; con mayor precisión, entre la columna vertebral y la familia.
Échale un vistazo a la familia de la fotografía que encabeza este escrito. Fíjate lo que hacen alrededor de la mesa: forman un centro. Son un conjunto de miembros, cada uno de ellos independientes entre sí; pero a la vez, con el objetivo común de permanecer unidos:
¡Todos al unísono brindan y dicen, Salud!!! Como la columna vertebral.
Si tu espalda está bien, ajustada, en correcta posición, tu cuerpo entero está bien. Porque cada uno de los miembros de tu columna, las vértebras, están alineados bajo el mismo propósito de irradiar salud, a través del sistema nervioso, a todo tu cuerpo.
Esto es así por el simple hecho de que todos sufrimos, en mayor o menor grado, de diferentes formas de estrés. El cuerpo compensa el estrés desalineando la columna vertebral; es decir, produciendo subluxaciones que, a su vez, producen interferencias nerviosas. La acumulación de interferencias nerviosas es lo que termina por traducirse en malestares o enfermedades.
Por eso, insisto:
si estoy bien de la espalda, estoy bien de salud. Dicho lo cual, vengo de nuevo con la familia.
Te puedes figurar que los integrantes de mi familia se ajusta la espalda. No me refiero sólo a mi esposa y mis hijos. Soy también el Quiropráctico de mi padre, de mi hermana, de mi sobrina y de mi cuñado. Sí, aquí mismo, en Catalunya.
¡Y se sienten bien!
Me gusta y quiero que se sientan bien.
Su bienestar es el mío:
Mi familia es mi columna vertebral, es mi piedra angular.
Quips
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Equilibrium Vitae
¡Tú eres la estrella de la familia!
El pasado 8 de diciembre fui uno de tantos que, al pie de la Sagrada Familia, vio iluminarse el cielo de Barcelona con el encendido de la estrella que ahora corona la torre de la Virgen María.
El entusiasmo de la gran cantidad de gente que ahí nos concentramos se hizo corriente contagiosa en aplausos, gritos, sonrisas y lágrimas. Fue algo emocionante, nos sentíamos en familia.
Ahora que lo pienso, puede que ese momento haya sido la cumbre de una tarde muy especial que dio inicio con un mensaje que llegó a mi móvil. Era uno de esos textos-cadenas que elimino de manera automática y sin siquiera leer.
Sólo que este mensaje traía un texto atribuido a Anthony Hopkins. Dado que tengo una gran admiración por el actor galés, me pudo la curiosidad.
Menos mal que seguí leyendo. Me pareció un texto claro y directo, sugestivo y movilizador. Me dio luces.
Por eso quiero compartir contigo un extracto del texto. Porque, al margen de que dudo sean realmente palabras de Hopkins – no logre confirmar que fuesen suyas, al explorar por Internet -, si tengo certeza de que sirven para nuestra tarea de padres.
Me explico un poco más y le doy la palabra a Hopkins.
Es fundamental que nuestros hijos, ¡y también nosotros!, sepan que
hay personas con las que podemos y vale la pena estar y personas con las que no vale la pena. Ahí se juegan su felicidad.
Así de simple. Como las palabras prometidas:
Deja ir a la gente que no está lista para amarte. Esto es lo más difícil que tendrás que hacer en tu vida y también será lo más importante. Deja de tener conversaciones difíciles con personas que no quieren cambiar. Deja de aparecer para las personas que no tienen interés en tu presencia. Sé que tu instinto es hacer todo lo posible para ganar el aprecio de los que te rodean, pero es un impulso que roba tu tiempo, energía, salud mental y física.
Cuando empiezas a luchar por una vida con alegría, interés y compromiso, no todo el mundo estará listo para seguirte a ese lugar. Eso no significa que tengas que cambiar lo que eres, significa que debes dejar ir a las personas que no están listas para acompañarte.
Lo más valioso que tienes en tu vida es tu tiempo y energía, ya que ambos son limitados. A lo que le des tu tiempo y energía, definirá tu existencia.
Cuando te das cuenta de esto empiezas a entender por qué estás tan ansioso cuando pasas tiempo con personas, en actividades, lugares o situaciones que no te convienen y no deben estar cerca de ti, te roban energía.
Empezarás a darte cuenta que lo más importante que puedes hacer por ti mismo y por todos los que te rodean es proteger tu energía más ferozmente que cualquier otra cosa.
Decide que te mereces una amistad real, un compromiso verdadero y un amor completo con personas saludables y prósperas.
Luego espera y mira lo mucho que empieza a cambiar todo y cambiará, eso es seguro.
¡Desde Equilibrium te deseamos una Feliz Navidad, para ti y toda tu familia!
