¿Quieres mejorar tu calidad de vida?
Todos queremos vivir mejor y poder disfrutar de una calidad de vida llena de salud y bienestar. ¿Pero es eso una utopía?
¿Es realmente posible en una sociedad tan estresada como la actual? Lo cierto es que sí, pero todo depende de nosotros mismos y de cómo afrontamos nuestro día a día.
Actualmente vivimos en un mundo estresado: todo son obligaciones, prisas, falta de tiempo, comida rápida, situaciones desafiantes, etc. Dedicamos gran parte de nuestro tiempo al trabajo para lograr una estabilidad financiera que nos permita vivir mejor, pero a la vez descuidamos y obviamos la salud como contraparte del camino hacia una mayor calidad de vida.
El cuerpo humano está creado de tal forma que necesita una cierta dosis de estrés para funcionar, como el ejercicio físico, pero el exceso de estrés o la exposición crónica o constante, se convierte en algo nocivo y dañino para nosotros: altera las funciones de nuestro organismo llevándolo a un estado de “caos” donde el cuerpo empieza a funcionar cada vez peor. Esto se debe a que nuestro sistema nervioso se queda estancado en un estado de “alerta constante” y por ello, entre otras cosas, envía la señal a nuestros músculos para que se tensen y protejan al organismo. Esta tensión es una de las causantes o agravantes de lo que en Quiropráctica conocemos como subluxación.
Una subluxación es una disfunción o mal posicionamiento de las vértebras de la columna vertebral, pudiendo ejercer una presión sobre los nervios que emergen de entre ellas, irritándolos y disminuyendo su funcionalidad, y en algunos casos, llegando a la aparición del dolor (como ciática, lumbalgia, dolor de cuello, migrañas, etc). Esto crea una interferencia en la comunicación entre cerebro y cuerpo: nuestros órganos y músculos dejan de recibir la información correcta y necesaria lo que les impide funcionar adecuadamente.
Las fuentes de estrés provienen de diferentes aspectos de nuestra vida cotidiana:
FÍSICO: caídas, fracturas, malas posturas, sedentarismo, etc.
EMOCIONAL y MENTAL: situaciones de pareja, problemas familiares, laborales, etc.
QUÍMICO: mala alimentación, toxinas a las que nos exponemos a diario, etc.
Al reducir o corregir estas subluxaciones mediante el “ajuste quiropráctico” se libera la tensión sobre el sistema nervioso, llegando a observarse los siguientes beneficios:
Aumento de la flexibilidad y movilidad del cuerpo y columna vertebral.
Mayor conciliación del sueño, descanso y regeneración.
Mejor funcionamiento del sistema inmunológico.
Aumento del bienestar emocional.
Reducción de los dolores y molestias como el dolor de espalda, cuello y cabeza.
Recientes investigaciones demuestran que recibir cuidado quiropráctico de forma habitual puede ayudar a que nuestro sistema nervioso funcione de forma óptima, ofreciéndole así a nuestro cuerpo la mejor oportunidad posible para gozar de una mejor calidad de vida y procesar mejor las situaciones de estrés a las que estamos sometidos a diario.
La mejor inversión en salud es la prevención, es decir sin necesidad de esperar a la aparición de los síntomas dolorosos. Para ello, puedes empezar eligiendo un estilo de vida sano, combinando una correcta nutrición, actividad física regular, actitud mental positiva, buen descanso y un sistema nervioso óptimo. Si empiezas ahora a dar estos pequeños pasos vivirás cada día a plenitud y al máximo potencial de tu ser. Con la Quiropráctica construiremos juntos la calidad de vida que te mereces para así disfrutar de un futuro próspero. Te invitamos a conocernos y a descubrir lo que la Quiropráctica puede hacer por ti. ¿Te animas a incluir la Quiropráctica en tu estilo de vida saludable? ¡Anímate! Tu Salud depende de Ti.