La fibromialgia es un trastorno crónico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por dolor generalizado en los músculos y huesos, acompañado de fatiga y otros síntomas debilitantes. Aunque la fibromialgia aún es poco comprendida, su impacto en la calidad de vida de quienes la padecen es significativo. En este artículo, exploraremos la incidencia global de la fibromialgia, sus síntomas y causas comunes, y cómo la quiropráctica puede ser una opción efectiva para aliviar los síntomas y mejorar la salud integral de las personas afectadas por este trastorno.
La fibromialgia afecta aproximadamente entre el 2% y el 4% de la población mundial, con una mayor prevalencia en mujeres que en hombres. Según un estudio publicado en The Journal of Clinical Rheumatology, la mayoría de los pacientes son diagnosticados entre los 30 y los 50 años, aunque también puede presentarse en personas más jóvenes o de mayor edad. Este trastorno es una de las principales causas de consulta médica debido a su naturaleza crónica y el impacto en la vida cotidiana.
La fibromialgia es conocida por una amplia gama de síntomas, lo que puede dificultar su diagnóstico. Entre los síntomas más comunes se incluyen:
El dolor muscular es el síntoma principal de la fibromialgia. Este dolor afecta tanto a los músculos como a los tejidos blandos del cuerpo, y suele estar presente en ambos lados del cuerpo y por encima y por debajo de la cintura. A menudo, los pacientes describen este dolor como una sensación de ardor, rigidez o dolor profundo.
La fatiga es otro síntoma frecuente. Las personas con fibromialgia suelen despertarse cansadas, incluso después de haber dormido por varias horas. Esta sensación de agotamiento puede interferir con las actividades diarias y afectar tanto el rendimiento laboral como las relaciones personales.
Los trastornos del sueño son comunes en personas con fibromialgia. Muchos pacientes experimentan insomnio, sueño interrumpido o no reparador, lo que contribuye a la fatiga crónica y al dolor. Además, algunos pueden desarrollar el síndrome de piernas inquietas o apnea del sueño, lo que agrava los problemas de descanso.
La "fibroniebla" es un término que se utiliza para describir los problemas cognitivos asociados con la fibromialgia, como la dificultad para concentrarse, lapsos de memoria y problemas para procesar información.
Muchas personas con fibromialgia también experimentan dolores de cabeza recurrentes o migrañas, lo que puede empeorar su dolor general y generar una mayor sensación de malestar.
Al igual que ocurre con otras condiciones musculoesqueléticas, la rigidez matutina es frecuente en quienes padecen fibromialgia. Esta sensación puede durar varias horas y dificultar el inicio de las actividades diarias.
Las personas con fibromialgia a menudo presentan una sensibilidad mayor a estímulos como la luz, el ruido, las temperaturas extremas y el tacto. Esta hipersensibilidad puede generar un mayor nivel de incomodidad y estrés en el día a día.
A pesar de los avances en la investigación médica, la causa exacta de la fibromialgia sigue siendo desconocida. Sin embargo, varios factores parecen estar relacionados con su desarrollo. Entre las causas más comunes se encuentran:
Los estudios sugieren que la fibromialgia puede tener una base genética. Las personas que tienen familiares cercanos con este trastorno tienen más probabilidades de desarrollarlo, lo que sugiere una posible predisposición hereditaria.
Los eventos traumáticos, como accidentes, lesiones graves o situaciones de estrés extremo, han sido vinculados con el inicio de la fibromialgia. Esto puede incluir traumas físicos, como un accidente de automóvil, o traumas emocionales, como la pérdida de un ser querido.
Algunas infecciones, como las virales o bacterianas, pueden desencadenar o empeorar los síntomas de la fibromialgia en personas predispuestas a este trastorno.
Se ha sugerido que la fibromialgia es el resultado de una desregulación del sistema nervioso central, lo que hace que el cerebro amplifique las señales de dolor. Esta hipersensibilidad nerviosa puede ser una de las principales razones por las que las personas con fibromialgia experimentan dolor de manera constante, incluso en ausencia de una lesión física.
Los niveles bajos de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que están asociados con la regulación del dolor y el estado de ánimo, también se han observado en personas con fibromialgia.
La quiropráctica ha demostrado ser una opción efectiva para el manejo del dolor crónico, incluido el relacionado con la fibromialgia. Aunque la quiropráctica no cura la fibromialgia, puede ofrecer alivio significativo de los síntomas, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Un estudio publicado en The Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics reveló que los pacientes con fibromialgia que recibieron tratamientos quiroprácticos reportaron una reducción significativa del dolor y una mejora en la calidad del sueño. Asimismo, un artículo en The Journal of Alternative and Complementary Medicine encontró que los ajustes quiroprácticos pueden reducir la rigidez muscular y mejorar la movilidad en personas con fibromialgia.
Además de recibir tratamiento quiropráctico, existen diversas estrategias que las personas pueden implementar para manejar los síntomas de la fibromialgia:
La fibromialgia es un trastorno complejo que puede afectar gravemente la calidad de vida de las personas. Sin embargo, la quiropráctica ofrece una opción natural y efectiva para manejar sus síntomas. Mediante el alivio del dolor, la mejora de la función nerviosa y la reducción de la tensión muscular, los ajustes quiroprácticos pueden marcar una gran diferencia en la vida de las personas que sufren de fibromialgia. Además, adoptar estrategias preventivas y de manejo diario puede contribuir a un mayor bienestar general.
Consúltanos para explorar cómo la quiropráctica puede adaptarse a tus necesidades y ayudarte a recuperar el control sobre tu salud:
La quiropráctica mejora la función nerviosa, reduce la tensión muscular y alinea la columna, lo que ayuda a aliviar el dolor crónico.
Los resultados varían según el paciente, pero muchos experimentan alivio después de las primeras sesiones.
Sí, la quiropráctica es segura y no invasiva, lo que la convierte en una opción viable para personas con fibromialgia.
Sí, al reducir el dolor y la tensión física, la quiropráctica puede contribuir a un sueño más reparador.
La quiropráctica puede complementarse con otros tratamientos como la fisioterapia y el manejo del estrés para obtener mejores resultados.
La frecuencia de las visitas dependerá de la gravedad de los síntomas y de cómo responda tu cuerpo al tratamiento.
Gracias por contactarnos.
Le responderemos lo antes posible.
Se ha producido un error al enviar su mensaje.
Inténtelo más tarde.
Referencias:
Centros:
La Garriga
Carrer Banys, 115
933 28 33 82
Barcelona
Carrer Sant Gervasi de Cassoles, 55
930 29 39 47
Todos los derechos reservados | Equilibrium Centres